Pues nada gente, acabo de llegar a casa después de ver esta maravillosa película. Hacía mucho tiempo que no salía de un cine y comprobar la cantidad de sensaciones que me producía ver una película. Everest tiene unas cuantas, miedo, emoción, amor, lealtad, sobrecogimiento, impotencia, belleza, y podría seguir unas cuantas más. Sin duda, y de un tiempo a esta parte, ha sido el estreno con mayúsculas, una de esas historias que merecen ser contadas por la cantidad de momentos en los que viviremos al límite y harán sentir al espectador como uno más de la expedición.

Everest trata principalmente de la historia de Rob Hall, líder de una de las varias expediciones que se forman en 1996 para intentar el máximo reto en el alpinismo, escalar la montaña más alta del mundo. En el inicio del filme iremos conociendo a los diferentes personajes que forman parte de la expedición, seremos testigos de la hermandad que surge entre ellos. Forman equipo, con todo lo que eso conlleva. Al estar unidos por una causa común, la unión hace la fuerza, ya lo saben, todos son excelentes escaladores, y por ese simple hecho se forma una camaradería en la que el espectador va a ser participe, ya que en todo momento vamos a ser un personaje más, sintiendo la necesidad de ayudar, colaborar en algo, tender una mano o acompañar a los más débiles a los refugios.

En este sentido, la película es un homenaje a todos los escaladores en general, y desde un punto de vista de ficción novelado, pretende enseñarnos como es y cuáles son los pasos que se siguen a la hora de escalar el Everest. Por ello, el primero, el campo base, el HQ, la base de operaciones, es tan importante. Y es allí donde conoceremos a Scott Fischer, interpretado por un hilarante Jake Gyllenhaal, en mi opinión el personaje más divertido de la película. Un yonki que su única ambicion es vivir por y para subir montañas y llevar a su cuerpo al límite a la hora de conseguirlo, mezclando un humor muy bien conseguido, simplemente genial. Pero no sólo él, también muchos otros que participarán en nuestra aventura.

Y comenzamos a escalar, la misión será superar las diferentes dificultades que se presentarán (grietas, hielo y algún derrumbamiento) y conseguir llegar a los diferentes campos base, las etapas intermedias necesarias, para el día señalado, ascender hasta la cima. Durante estas primeras etapas vamos a ser testigos de la belleza y la magnificencia que supone estar en uno de los lugares más hermoso y temible que hay sobre la faz de la tierra, y es que como podemos suponer, peligros abundan por doquier. Pero no nos quedemos en eso, vamos a poder disfrutar con todo lujo de detalles de las maravillosas vistas que existen en desde tan privilegiado lugar.

Hemos coronado.

A partir de aquí van a surgir una serie de fatalidades que harán pasarnos uno de los peores ratos que un servidor ha vivido en el cine. No por miedo, bueno, un poco sí. Sino por el pavor y la impotencia que puede suponer que la naturaleza se vuelva contra uno en tan desolado lugar. Y parece no tener fin. Sufres, porque te has encariñado con los personajes. Sufres, porque ves historias bonitas que igual no merecían tal final. Pero en definitiva, sufres. Sufres, pero te llevas a casa el regocijo de historias que merecen la pena ser contadas, como la Beck Weathers, majestuosamente interpretado por Josh Brolin.

Desde mi punto de vista creo que no se le ha sacado partido al personaje de Guy Cotter (Sam Worthington). Me parece que les ha quedado jugo por exprimir, para los que hayáis visto la peli, salgo con la sensación de que podría haber hecho más, ¿vosotros no? Pero vamos, que la historia es la que es y hay que centrarse en los hechos, en este sentido, minipunto para el director Baltasar Kormákur, en el que considero que ha conseguido plasmar la esencia de lo que debería ser esta película, una obra de arte en la que a través de las diferentes historias que la componen podremos conocer un poco más un entorno que igual habremos visto en otros lugares, pero que siempre merece la pena pararse y contemplar las maravillas que tenemos en nuestro planeta.

No hace falta decir que a nivel de producción, esta película está de 10, recomiendo encarecidamente el 3D, ya que la sensación es mucho más bestia que si la vemos en HD. La banda sonora es espectacular, me parece exquisita. El tema principal es tan grande como la montaña en sí, encajan a la perfección. Merece la pena escucharla. Otro de los puntos a favor de este filme es el reparto. La verdad es que no había escuchado nada de esta peli durante el verano, pero al llegar a finales de agosto y ver el título y el reparto (Jason Clarke, Emily Watson, Josh Brolin, Keira Knightley y un largo etcétera) la sensación de que era de visionado obligatorio me hizo no querer esperar para verla.

Pues nada gente, ya podéis comprobar que la película me ha encantado y os animo a todos a ir a verla cuando tengáis un hueco, porque es de aquellas películas que es “diferente”, nos saca e la rutina que nos tenía acostumbrados. Un auténtico homenaje a todos los escaladores y en especial a aquellos que sufrieron en sus carnes la tragedia de 1996.

Dirección

Guión

Producción

Fotografía

Banda Sonora

Reparto

Puntuación

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