Y ya ha pasado una semana desde que nos emocionásemos todos con los premios oscar de cine. Una semana desde que Jennifer Lawrence, se diese un tortazo en las escaleras. Una semana desde que Ben Affleck puede presumir de saber dirigir, una semana desde que Pixar es un poco más grande y ya nadie se acuerda.

Ya nadie habla de los premios, del glamour. Me impresiona bastante ver cómo de repente una serie de películas se vuelven importantísimas y a la semana siguiente todo sigue como si nada. Lo ganadores a pensar en su futuro, como es el caso de Jeniffer Lawrnce que ya tiene cerradas sus próximas 5 películas. Spielberg ya se ha puesto a mirar proyectos que le resultan interesantes, como una serie de televisión.

Y mi post, no viene más que a propósito de Argo. La gran ganadora y que pronto será la gran olvidada. Creo sinceramente que para que una película sea ganadora de un oscar, debería provocar en el espectador una leve emoción cuando se piensa en ella. Os pongo el siguiente vídeo para explicarme, si os pide clave es septimacaja.

85oscars from Cotu on Vimeo.

Por ejemplo, qué emoción provoca en tí cuando al ver este vídeo pasas por películas como Forest Gump, sonrisas y lágrimas o Slumdog millionare, es como un sabor especial, son películas que tocaron nuestro pequeño corazoncito. Sinembargo no sentimos lo mismo cuando es Crash, El paciente inglés o infiltrados, cuando son estos los vídeos que pasan la emoción es intentar adivinar el siguiente.

Pues bien no hablaré mal de Argo porque me encantó, me pareció una película muy bien hecha que cuenta un momento muy emocionante de la historia de los EEUU. La película es realmente buena, con un ritmo de emoción, suspense y un mensaje bonito, que el cine también ha salvado vidas, pero no creo que sea una película que si dentro de 20 años veo en un resumen de películas ganadoras de oscars me haga emocionarme.

Argo ha sido sobrepremiada, quizás por la pretensión de Hollywood de no premiar sólo superproducciones, pero creo que «la vida de Pi» o «Los miserables» nos habrían dejado más imágen en el recuerdo que argo, pero claro tanto ang lee como Tom Hooper ya se llevaron sus premios por trabajos quizá de menos nivel (que no significa que malos).

Pero a nadie le importa, porque la vida sigue y en el fondo hasta febrero del año que viene, nadie va a pensar en los oscars, sólo en la películas que es lo que nos gusta.

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