En 2004 llegaría a la gran pantalla la adaptación de la gran epopeya de la era clásica. La historia de Homero ha sido llevada varias veces a la gran pantalla, pero ninguna a servido al propósito de ensalzar más esta historia que la película que en 2004 traería Wolfang Petersen a los cines. Con un reparto de lujo y un gran equipo detrás, Hollywood traería una nueva adaptación histórica, cargada de errores y que precisa de un repaso obligatorio para resaltar algunos de ellos, a medida que podemos ir aprendiendo algo de la historia más clásica de nuestra sociedad.

En primer lugar, el equipo que dirige Troya es una apuesta arriesgada. Petersen había ganado cierto renombre en los ‘80 con su película de submarinos Das Boot, mientras que en Hollywood dirigiría películas como Air Force One, Estallido o La Tormenta Perfecta. Nada de ambientación histórica clásica. En el guion estaría hasta ese momento un desconocido David Benioff, que luego saltaría a la fama por su trabajo de producción y guion de ‘Juego de Tronos’. Pero venía sin mucho rodaje.

Donde más brilla la película es en el elenco. Principalmente en sus dos protagonistas, Aquiles es el gran guerrero griego, interpretado por un Brad Pitt en una busca desmedida por espectáculo y en el lado troyano, el gran héroe es Héctor, traído por un sobrio y épico Eric Bana. Pero Troya es una obra muy coral y participan muchos actores que en la primera, tenemos a una bellísima Diane Kruger interpretando a Helena de Troya, también la cara de pasmo de Orlando Bloom como París de Troya y el gran Sean Bean interpretando a Odiseo, en una película que ¡no muere! Hay otros ilustres más veteranos como Brian Cox como Agamenón o Peter O’Tole como Príamo, pero con un peso algo más secundario.

El objetivo de este post está más centrado en el apartado de la producción, ya que las típicas licencias que se toma Hollywood en este tipo de películas se hacen muy presentes en la película. Cabe destacar también que la película se basa en ‘La Ilíada’, que está detada en el siglo VIII a. C. mientras que los eventos de la Guerra de Troya (si llegó a ocurrir) sitúan el conflicto en algún momento entre mitad del s. XIII a.C y y finales del s. XII a.C. Es decir, que hay entre 500 o 600 años donde la historia se convirtió en leyenda y la leyenda en mito. En aquella época la principal forma de transmitir las historias era de forma oral, con lo que a medida que se iba transmitiendo, se iba perdiendo un poco la esencia y se podrían añadir más y menos elementos que nos correspondían con lo realmente ocurrió en Troya. Además de los que añadiera Homero para deleite personal. Es interesante resaltar que la obra de Homero solamente trae el último de los 10 años que se supone duró el conflicto.

El otro detalle que afecta directamente a la recolección de evidencias para poder realizar este post es el origen de los protagonistas de la película. Dado que ‘La Ilíada’ es una obra en la que participan activamente tanto héroes como dioses, es difícil encontrar alguna pista más allá que la del simple mito. Todos los personajes que están en esta película están incorporados en la mitología clásica y hay pocas o ninguna evidencia que existieran en realidad.  Aquí Benioff acierta al prescindir de esa mitología que incorpora Homero en su obra. Como bien dejó resaltado en una entrevista: “Son dos grandes héroes en bandos opuestos, pero no es una historia entre buenos y malos. Son humanos contra humanos, y eso es lo que lo convierte en una gran tragedia”.

El resultado es una película entretenida, que casi se puede considerar en algún punto de ficción. Con más ínfulas que virtudes, rascó poco a nivel de premios. Solamente estuvo nominada a los Oscar por mejor vestuario, y no se hizo con el premio. Probablemente sería porque los que otorgaban la estatuilla sabían algo de historia, ya que los encargados de la película dejaron claro que no se habían molestado en documentarse propiamente para el diseño del vestuario de la película. Donde sí destaca es en la banda sonora, donde James Horner propone unos temas muy interesantes y épicos. La canción del final, ‘Remember’, interpretada por Josh Groban y Tanja Tzarovska es una delicia.

Es decir, estamos ante una película que seguro no deja indiferente y que es una perfecta ocasión para explorar una época que ya nos queda bastante lejos. Aunque la información que se tiene es escasa, no lo es el esfuerzo que se ha puesto en intentar resaltar algunas de las licencias que se han tomado al hacer la película y que permitirán conocer un poco más detalles de nuestros antepasados.

Verdades y Mentiras de ‘Troya’
Que hay de cierto y de falso en la historia detrás de la película:
Contexto Histórico

Para entender Troya es necesario ir hace atrás en el tiempo. Una vez has llegado a lo que crees que es la historia clásica de Grecia, debes hacer el esfuerzo de dar un salto de otros 500 años hacia atrás para intentar comprender como era el mundo en aquella época. La película nos sitúa hace 3.200 años, es decir, aproximadamente unos 1.200 a.C., estamos hablando de la Edad de Bronce. Ya solamente mencionar este periodo histórico nos puede dar una idea de por donde va a transitar la película y cuales serán sus mayores errores.

Primero habría que rescatar la propuesta que Benioff hace para situar la película. Reza así:

‘TRAS DÉCADAS DE HOSTILIDADES, AGAMENÓN, REY DE MICENAS, HA FORZADO ENTRE LOS REINOS DE GRECIA UNA FRÁGIL ALIANZA. TAN SÓLO TESALIA PERMANECE SIN CONQUISTAR.’

‘EL HERMANO DE AGAMENÓN, MENELAO, REY DE ESPARTA ESTÁ HASTIADO DE GUERRAS. SU INTENCIÓN ES LLEGAR A LA PAZ CON TROYA, EL MÁS PODEROSO RIVAL DE LA EMERGENTE NACIÓN GRIEGA.’

‘AQUILES, CONSIDERADO EL GUERRERO MÁS PODEROSO JAMÁS NACIDO LUCHA A FAVOR DEL EJÉRCITO GRIEGO, PERO SU DESDÉN POR EL MANDO DE AGAMENÓN AMENAZA CON DESMEMBRAR LA YA DE POR SÍ DÉBIL COALICIÓN.’

Vayamos por partes. Primero hay que darles las gracias a Benioff que lo deje todo tan preparado para poder ir punto por punto comentando la desastrosa descripción del punto de partida de lo que parecía una historia interesante. Como ya hemos comentado, la película nos sitúa hace 3.200 a.C. Finales de la Edad de Bronce. Micenas era un reino que se situaba en el centro de la península del Peloponeso, lo que hoy sí que está en Grecia. Su influencia fue muy grande, llegando a estar presente en algunas de las polis de la Grecia Central y del otro lado del mar Egeo. Probablemente por eso compartían tantos elementos con los troyanos, como el idioma, la cultura y la religión.

La película nos cuenta que el rey Agamenón quería fundar una alianza griega, pero hay entre cero y ninguna posibilidad de que eso fuera así. El error probablemente fuera pensar que esa alianza que se formó fuera lo que se conoce como los estados micénicos, un conjunto de ciudades-estado gobernadas desde un punto de vista militar y que compartían visión en arte, arquitectura y culto religioso. Los principales estados son los siguientes: Micenas (el hogar de Agamenón), Tirinto (quizás el más antiguo), Pilos (patria de Néstor), Tebas, Midea, Gla, Orcómeno, Argos, Esparta, Nikoria y probablemente Atenas.

Pero nada nos cuenta la historia de que esa visión compartida de crear una sociedad significara una alianza o vasallaje ante el rey de Micenas. Es como decir que todas las tribus galas o germánicas al norte de los Alpes estuvieran sometidas bajo el mismo mando, y como ya sabemos, tenemos a los marcomanos, suevos, arvernos, nervios, helvecios, sajones, etc. Imposible llevar a cabo una coordinación con un batiburrillo semejante de tribus, con intereses tan mezclados.

Claro que si estamos hablando de una historia de ficción, sí que podría darse el caso, y eso es precisamente lo que hace Homero en ‘La Ilíada’ y que tan bien trae la película. El motivo de esta alianza es el rapto/fuga de Helena de Esparta a Troya por causa de Paris. Pero en la historia no hay evidencias de una alianza semejante hasta 800 años más tarde, que fue la Liga de Delos, una alianza militar liderada por Atenas para dar caza a los persas e invadir su imperio después de la batalla de Platea durante las segundas guerras médicas.

Para cerrar esta sección, solamente comentar que el concepto de lo que hoy conocemos como Grecia no nacería hasta el s. IIX a.C., al final de la Edad Oscura. ¿Qué ocurrió entre los grandes estados micénicos y este renacimiento de la cultura helénica? Muy sencillo, a finales del s. XII a.C. hubo una migración masiva de los pueblos dorios hacia el sur, en la que arrasaron tanto la Grecia central como la península del Peloponeso y muchas de las evidencias que pudieran haber quedado en tiempos de paz se perdieron para siempre.

¿Hubo en realidad un Guerra en Troya?

Para poder afirmar que en realidad hubo una supuesta Guerra de Troya, lo primero sería afirmar si la ciudad existió en realidad. Los estudios modernos son escépticos respecto a la existencia de la ciudad. En el siglo XIX, el sitio de lo que ahora se cree que es Troya fue descubierto en el montículo de Hisarlik, en la actual Turquía. Se pretendía que las excavaciones, dirigidas por un arqueólogo alemán llamado Heinrich Schliemann, respaldaran la grandeza de la narrativa de Homero, y Schliemann incluso afirmó haber desenterrado las joyas de Helena y los tesoros de Príamo.

Sin embargo, excavaciones e investigaciones históricas posteriores han demostrado que, si bien es casi seguro que el sitio es Troya, no tiene el tamaño relatado por Homero. La ciudad muestra signos de destrucción (aunque los esfuerzos arqueológicos se vieron complicados por la existencia de múltiples asentamientos superpuestos) y signos claros de conexión con el mundo micénico de los griegos. Es decir, que hay indicios que se produjeron algunas guerras (muy lógico en aquella época), pero nada dice que fuera la famosa epopeya griega.

En realidad, lo que el sitio probablemente indica es una incursión de los estados griegos micénicos en el territorio y la ciudadela de Troya en el siglo XIII a. C., que no formaba más que parte del constante ir y venir militar del antiguo mundo mediterráneo en ese momento. Esta incursión se convirtió, tal vez porque fue una de las últimas grandes campañas antes de que el mundo micénico comenzara a colapsar sobre sí mismo, una base adecuada para que los poetas orales de los siglos siguientes quisieran componer una historia sobre el heroísmo y las hazañas de batallas anteriores.

De ese proceso de composición y recomposición oral surgieron las historias fabulosas y fantásticas de la guerra de Troya, de las cuales la Ilíada es la gloria suprema. Le sigue su narrativa hermana, La Odisea de Homero, que cuenta las historias del regreso de diez años del guerrero griego Odiseo a su hogar. Por lo tanto, los héroes de la antigüedad pueden estar seguros de una cosa: lograron su deseo de gloria inmortal.

¿Hubo realmente una guerra de Troya? Los escritores antiguos de los siglos posteriores a la composición de la Ilíada de Homero intentaron separar la realidad de la ficción, y la mayoría creía que los acontecimientos sucedieron en gran parte. El legado de la guerra ciertamente permaneció presente en la vida griega. Una región, Locris, continuó a lo largo de la antigüedad enviando algunas de sus mujeres cada año para actuar como sacerdotisas del templo de Atenea en Troya, supuestamente para expiar un mal cometido por sus antepasados durante los ataques para tomar la ciudad. Incluso un milenio después, Alejandro Magno se aseguró de visitar los restos de Troya en su camino hacia la conquista de Asia, y supuestamente recogió las armaduras griegas que quedaron allí desde la época de la guerra.

¿Existió la figura de Aquiles?

La respuesta es incierta. Pudo haber sido un gran guerrero de origen humano, o podría haber sido una recopilación de las hazañas de muchos grandes guerreros y líderes de la época. La verdad es que no sabemos si la figura de Aquiles corresponde a la de un hombre o es un mito que proviene de la obra de Homero. Dado que habría vivido en el siglo XII a. C. durante la Edad del Bronce, no podemos determinar quién pudo haber sido el verdadero Aquiles o si existió en absoluto. Hasta hace unos cientos de años, los eruditos creían que Troya era sólo una ciudad mítica.

Se decía que Aquiles, el gran guerrero de renombre cuyas hazañas se relatan en la Ilíada y la Odisea, nació de la diosa Tetis del rey mortal Peleo. Con gran acierto, la película nos presenta a un Aquiles que tiene más presente la inmortalidad que las ansias de vivir una vida tranquila. A lo largo de la Ilíada, existe un conflicto entre el poder de Aquiles como hijo de un dios y su mortalidad. Su furia bélica, arrogancia e impulsividad combinadas con su fuerza y rapidez lo convierten en un enemigo formidable. De hecho, Aquiles nació de un hombre mortal porque Zeus estaba tratando de evitar que se cumpliera una profecía de que el hijo de Tetis excedería su propio poder.

La película representa a Aquiles como comandante de los Mirmidones, que en la mitología antigua eran descendientes directos del rey Mirmidón, que se atribuyó ser hijo de Zeus. Por lo que se sabe, estos feroces guerreros se encontraban asentados en la Tesalia meridional. Es curioso pensar eso, ya que lo primero que vemos en la película es a Agamenón invadiendo Tesalia. No es a Proteas a quién debería haberse encontrado como líder de ese ejército sino al propio Aquiles, ya que era el líder de esa zona. Probablemente el resultado de la batalla inicial hubiera sido diferente.

El temperamento y la arrogancia de Aquiles son rasgos muy humanos que le costaron mucho en el cuento de la Ilíada. El relato completo abarca sólo unas pocas semanas de la guerra de diez años entre griegos y troyanos. El desarrollo de Aquiles como personaje es fundamental para la epopeya. Comienza como un hombre enojado, impulsivo e insensible y, al final, desarrolla cierto sentido de honor y dignidad personal. El cambio está marcado por la devolución del cuerpo de su enemigo Héctor a los troyanos para los ritos funerarios adecuados, pero no adelantemos acontecimientos.

El lugar donde Troya se aleja más de ‘La Ilíada’ es la relación entre el Aquiles de Brad Pitt y Patroclo. En la película, los dos son retratados como primos, y Aquiles es el mentor de su pariente más joven. Otras obras antiguas (excluyendo La Ilíada) retratan a los dos personajes como amantes, mientras que Homero no afirma explícitamente si son o no amantes. Pero no se menciona que estén relacionados en el material original. Cuando observamos cómo se desarrolla su relación, incluida su química y pasión mientras practican la lucha, y la furia rabiosa que muestra Aquiles cuando se entera de que Héctor mató a Patroclo, cobra más sentido el hecho que sean más amantes que primos.

Ya sea que Aquiles fuera real o no, sigue siendo una parte integral de la mitología griega. Es un símbolo de fuerza y coraje. Representa el héroe ideal. Aquiles es alguien a quien la gente puede admirar. Con todos sus logros, no sorprende que Aquiles sea uno de los héroes más famosos de la mitología griega. Y consiguió lo que se proponía, su nombre es y será recordado para siempre en la historia de la humanidad gracias a la causa de su muerte. Una flecha que Paris le clavaría en el talón, guiada por el dios Apolo, fuera de las murallas de la ciudad, en otro de los fallos de interpretación del film. Aquiles nunca vería a Troya arrasada.

Duelo Aquiles vs. Héctor

Una de las partes mejor representaras de la película es el duelo entre Aquiles y Héctor. Ya se ha comentado la relación que tenían Aquiles y Patroclo y lo mal que estaba llevada a la película. Hasta aquí lo diferente, Patroclo ha sido abatido por Héctor ya que Aquiles no quería combatir para Agamenón y Patroclo le pide la armadura a Aquiles para combatir. Aquiles accede en la obra de Homero, desolado por la pérdida de su amigo, jura vengarse de Héctor. El momento en el que Aquiles llega a las murallas de Troya, todo se envuelve en una épica que no necesita de los dioses para poder hacerla grande.

Después de un combate que puede ser lo mejor de la película, Aquiles, sin saber de qué otra manera lidiar con su dolor, mata a Héctor y luego ata su cadáver a su carro, arrastrándolo de regreso al campamento griego. Es una pena que el combate se vuelva un poco diáfano cuando el Héctor de Eric Bana se tropieza con una piedra, de la que nada se sabe de lo historia original. “Una piedra no me arrebatará la gloria”, dice Aquiles. Una vez muerto Héctor, la película capta correctamente la falta de respeto de Aquiles hacia el cuerpo de su adversario, lo cual fue una grave transgresión en los días de Homero, aunque la profanación es peor en el texto original.

La película también es fiel a los acontecimientos que vienen inmediatamente después. El rey Príamo de Troya se cuela en el campamento griego (aunque en el poema épico es escoltado por el dios Hermes). Allí le ruega a Aquiles que le permita tomar el cuerpo de Héctor y enterrarlo. En ambas versiones de los hechos, Aquiles se conmueve por la súplica de Príamo y le permite tomar el cuerpo de Héctor y celebrar un funeral adecuado. Los combates se suspenden para permitir que se lleve a cabo el funeral.

Viva el anacronismo

Como ya se ha comentado, el mayor error que comete esta película es considerar que todo lo pasado a partir de (pongamos) el nacimiento de Nuestro Señor es contemporáneo. A estas alturas creo que ya ninguno escapa que la propuesta de algunos elementos de la película de Petersen escapa de lo que realmente pudo haber sido en realidad. No hablo de la posibilidad de ver llamas en el mercado de Troya casi 2.000 años del descubrimiento de América, sino de la infinidad de detalles que el equipo de vestuario pasó por alto a la hora de documentase.

Como la principal ocupación de esta película es bélica, vamos a intentar en este apartado dar unos detalles de lo anacrónico traído por Troya y el poco encaje que tiene realmente. En primer lugar, vamos a retomar la época en la que nos sitúa Troya. Como recordareis, los eventos de la Guerra de Troya se sitúan principalmente a finales de la Edad de Bronce. Sí, de BRONCE. Es decir, todavía no se había descubierto la forja de hierro. Eso contradice prácticamente todo lo que tiene de relevante la película: armas, estrategia militar, industria, todo.

Al no tener conocimientos de la forja de hierro es imposible que se pudieran ver por ejemplo las espadas que utilizan en la película, tomo como ejemplo la espada que Príamo le presta a Paris para su duelo con Menelao, que es de hierro pulido con engarces de diamantes o esmeraldas. Las espadas en aquella época estaban forjadas en bronce y no tenía la resistencia necesaria para aguantar un duelo, como el que hay entre Aquiles y Héctor.

Era posible una puñalada con la espada o incluso un tazo frontal, pero era poco probable que atravesara todo el pecho ya que las puntas generalmente eran redondeadas y existía la posibilidad de dañar la espada. La mayoría de las heridas de las espadas de bronce fueron huesos rotos cuando las espadas pesadas cayeron casi como un garrote. Ni una sola vez en la película vemos una espada destrozada.

La armadura de la película también es una farsa; no sólo no encaja bien con ninguna época, sino que es completamente ineficaz durante toda la película. Los hombres importantes/ricos como Menelao o Héctor habrían tenido algún tipo de compuesto de capas de lino o cuero con varias placas pequeñas de bronce, o incluso petos de bronce sólido, lo que se conocía como la panoplia micénica o de Dendra, pero el soldado promedio podría tener solo una pequeña placa sólida de bronce colgada sobre su pecho. no más grandes que las placas utilizadas en los modernos chalecos antibalas.

Además, la elegante armadura que llevaban personajes como Menelao habría sido extraordinariamente difícil de atravesar con una espada de bronce. La armadura se usaba por una razón, pero parecía ser sólo para mostrar y para ayudar al público a saber quién era troyano y quién era griego. Al escuchar también la película, las flechas hacen un sonido distintivo que ninguna flecha de madera debería hacer. Las puntas de hierro que hay en las lanzas y flechas cometen el mismo pecado que las espadas. Es como si un caballero medieval tuviera la posibilidad de utilizar una pistola, la diferencia en el tiempo es tan grande entre la Edad de Hierro y la de Bronce como la Edad Media y la actualidad.

Los escudos de esa época es otro detalle del equipamiento militar que está muy mal representado. Obviamente se ha usado de licencia para poder distinguir a los troyanos y los griegos en el campo de batalla. Tan sólo los escudos de los mirmidones tienen algo de semblante con la realidad, pero los escudos de casi media luna de los griegos no llegarían hasta la época sarracena, y los escudos troyanos que parecen el scutum romano no tienen ningún tipo de sentido. El escudo en aquella época era una plancha de bronce completamente redonda, muy parecida a la que veríamos en la película de 300 con los espartanos de Leónidas.

El último detalle en el que me quería detener para demostrar el anacronismo de la película es el hecho de que en cada funeral que vemos se depositan unas monedas en los ojos de los muertos, para Caronte, el barquero del inframundo, que debe guiar a las almas al otro lado de la laguna Estigia para que pudieran descansar en paz. Son dos los errores que se cometen en este apartado. El primero, las monedas (u óbolos, como así se llamaban) no existieron en Grecia hasta el s. VI a.C., con lo que estamos hablando de una diferencia de 600 años. El segundo es que las monedas no se ponían en los ojos, sino que se introducía en la boca, para evitar que los robaran, ya que una vez muerto, lo músculos de la boca se tensan y es mucho más complicado abrirla.

La astucia de Odiseo

Troya ha sido condenada por muchos críticos por ser infiel a la obra de Homero, pero una cosa que sí acertaron fue capturar la inteligencia de Odiseo. En la película, Odiseo es interpretado por Sean Bean, que como ya hemos dicho sorprendentemente no acaba muriendo en la película. Un personaje traído de forma muy sobria por parte de Sean Bean, de cariz muy político. Un hombre que siempre quisieras tener como amigo.

Aunque no hay manera de confirmarlo al 100%, sí que hay algo de verdad en la existencia de los reinos que Homero trae en ‘La Ilíada’, entre ellos el reino de Odiseo, Ítaca. Protagonista de la segunda parte de la obra clásica de Homero, ‘La Odisea’, es probable que sus aventuras no hayan sido más que una recopilación de cuentos y fábulas. Lo que sí es seguro, que de haber existido una alianza de los estados micénicas, Ítaca hubiera respondido a la llamada.

Siendo una de las figuras clásicas más conocidas, podemos decir con seguridad que la interpretación que hace Sean Bean del personaje de Odiseo es bastante acertada. Se le muestra convenciendo a Aquiles para que venga a luchar por Agamenón en Troya y, más tarde, evocando la idea del infame Caballo de Troya. El único rasgo que Homero dejó muy claro sobre Odiseo, tanto en ‘La Ilíada’ como en ‘La Odisea’, fue que este personaje era brillante, ingenioso y lleno de inteligencia. Me ha gustado mucho el hecho de que el caballo fuera hecho con el resto de las naves griegas, mucha más realista que el típico caballo pulido con ruedas.

Aunque en ese momento se le consideraba un hombre honorable y astuto, Odiseo en realidad cometió algunas atrocidades que hoy serían impactantes. Enojado con un compañero griego por arrastrarlo a esta guerra, Odiseo acusó al hombre de ser un agente troyano y lo hizo matar por traición. Odiseo también fue el hombre que mató al hijo pequeño de Héctor cuando la ciudad cayó, tirándolo por la muralla. Odiseo incluso intentó fingir locura para no ir a la guerra. Aunque era realmente sabio y, a menudo, sensato, no era el buen tipo que parecía en la película.

¿Cómo murierón Agamenón y Menelao?

Dos de las figuras más importantes del bando micénico fueron Agamenón, rey de Micenas, y Menelao, rey de Esparta. En la película tanto el uno como el otro mueren como resultado del conflicto. Menelao muere a manos de Héctor en la pelea singular que tiene con Paris y Agamanén a manos de Briseida en el saqueo de Troya. En lo que hemos descrito sí que hay parte de cierto y falso, ya que duelo con Paris existió, y tal y como muestra la película, Paris lo abandona de una forma rastrera y cobarde.

En realidad, la epopeya de Homero nos muestra que los dos reyes, vencedores en la Guerra vuelven a casa victoriosos después de 10 años. En la película se nos presenta a un Menelao que es un bruto y un sanguinario, pero la realidad es muy distinta. Era un hombre de honor y un gran rey de Esparta, que volvió a a su casa con su princesa y murió de viejo, aunque otras versiones afirman que fue divinizado y subió a los Campos Elíseos con Helena.

La historia de Agamenón es más trágica. Si que está bien representado su conflicto de intereses con Aquiles en torno a Briseida. Pero Briseida no era realeza troyana, sino una ciudadana. Tampoco era sacerdotisa. La muerte de Agamenón viene de una forma mucho más funesta, ya que victorioso en Troya, vuelve a Micenas, donde encontrará la muerte a manos de su esposa, Clitemnestra, por el sacrificio de su hija a los dioses para que el ejército tuviera una buena travesía a través del Egeo hacia Troya. Otras versiones sugieren que Clitemnestra lo asesinó en su bañera por adúltero. Un final muy diferente del que nos cuenta la película.

¿Cuál fue el destino de Helena de Troya?

Estamos ante otro de los personajes mitológicos de la obra de Homero. El papel de Helena en la historia de la Guerra de Troya es fundamental, y tanto la fuente original como la película de 2004 lo dejan claro. Puede que la película no refleje correctamente todos los detalles sobre la relación de Helena y Paris, pero muestra con precisión la forma en que las decisiones de la pareja llevaron a los griegos a zarpar hacia Troya. La película muestra a Helena enamorándose de París y regresando voluntariamente con él a Troya. Mientras que algunos relatos retratan los acontecimientos de esta manera, otros muestran a Paris secuestrando a Helena contra su voluntad.

Durante la película vamos conociendo algunos detalles más sobre la vida pasada de Helena. En un momento dado, Helena incluso explica que Esparta nunca fue su hogar. Dice que sus padres la enviaron allí cuando tenía 16 años para casarse con Menelao. Aunque es sólo un detalle menor, esto es inconsistente con la versión original de los hechos. Los padres de Helena eran el rey y la reina de Esparta. Ya era Helena de Esparta antes de casarse con Menelao. Otro fallo fue considerar que hubo una fuga romántica con Paris después de la caída de Troya, ya que como se ha visto, Paris murió en la historia original.

El destino final de Helena no está claro, lo que si parece seguro es que volvió a Esparta con Menelao. A partir de ahí, existen diferentes versiones de su final. En una, se cuenta que fue divinizada y llevada a los campos Elíseos, en otra que fue divinizada por Apolo antes de que Orestes y Pílades le dieran muerte. En la tradición oral rodia, Helena fue desterrada de Esparta por los hijos de Menelao y buscó asilo en Rodas, donde Polixo, esposa del caudillo aqueo Tlepólemo, la acogió. Al morir Tlepólemo en la Guerra de Troya, Polixo culpó a Helena y la hizo ahorcar, vengándose así de su marido.

¿Somos hijos de Troya?

La película es fiel a la obra de Homero y a la mitología griega antigua en el sentido de que muestra la salida de Helena de Esparta, voluntaria o no, como el acto que provocó que los griegos fueran a la guerra. Si bien muestra con precisión a Paris enamorada de Helen, se desvía del original en lo que respecta al destino del personaje. En la película, Paris mata a Aquiles y luego escapa de Troya con su prima Briseida. En el poema de Homero, Paris muere durante la guerra tras ser alcanzado por la flecha envenenada de Filoctetes.

En esa huida de Troya , se nos presenta a Eneas en la figura de un joven todavía por pulir. Este fue otro error de la película ya que Eneas era considerado un gran guerrero entre los troyanos. El lienzo corresponde como una ilustración de Federico Barocci. 1598. Eneas fue el más grande guerrero de Troya después de Héctor. Tal era su influencia que en la obra original se vio ayudado por algunos dioses, con lo que no casa con el personaje que se nos presenta en la película. Aquí es donde se mezclan las grandes culturas de la antigüedad, la G¡griega y la romana. En la obra de Virgilio, ‘La Eneida’, nombrada por el héroe troyano, cuenta que al huir de la ciudad, Eneas acabó de rey en una región del liceo italiano que llevaría a sus descendientes a ser los fundadores de Roma.

La película en sí está basada un material poco veraz, con lo que nos podemos imaginar el resultado. No podemos esperar de esta película una que sea una cinta de aventuras propiamente documentada, más bien la podríamos catalogar como de ciencia ficción. Espero que después de este post, le deis una nueva oportunidad para intentar distinguir que es lo qué hace bien y qué hace mal la película. Ese duelo entre Héctor y Aquiles es todo un espectáculo.

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Editor en la Septimacaja. Ingeniero de profesión, deportista como afición. El espacio es una de mis mayores pasiones, entender como funciona el mundo es indispensable para poder cambiarlo. Devorador de series y agitador de aquellos que nos quieran colar pelis de SerieB como grandes estrenos.

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