Rafa viajará ahora a Cataluña, a evitar la boda de su ex novia Amaya, que ha cambiado al andaluz por un hipster catalán. Veremos entresijos amorosos y algo de política en esta segunda parte de 8 apellidos vascos.
Todos sabíamos que igualar el fenómeno de la primera parte era imposible. Esta segunda parte es una comedia española más de lo quite estamos acostumbrados. Los guiños sobre catalanes no son tan buenos y las brisas sin mucho más forzadas. Lo único que arregla la falta de guión es Eri reparto como en la anterior parte excelente. Aunque sólo el de la primera parte, las incorporaciones catalanas no están a la altura. Graciosa de ver pero poco más.
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