No soy muy fan de los live actions. Siempre he tendido a huir de la reposiciones ya que la experiencia me ha demostrado que no suele mejorar el producto original. Ya sean los intentos de traer a la realidad algún anime o películas de Disney, se pueden contar con los dedos de la mano aquellas adaptaciones que han conseguido el objetivo, no de igualar (que eso es imposible) si no de poder retener el alma y carisma de la obra original.

Desde que conocí que se iba a hacer una adaptación de la famosa saga de ‘Como entrenar a tu Dragón’, lo único que me venía a la cabeza era lo innecesario que era este reboot. La película original, de 2010, es perfecta y hasta que fui al cine creía que no le hacía falta un revisionado. Al finalizar la película estuve reflexionando algo y me di cuenta que me gustó bastante, aunque queda lejos de la obra de DeBlois en 2010, esta película consigue mantener la esencia de lo que fue ‘Como entrenar a tu dragón’ hace más de 15 años.

En este sentido, al hablar ya de algo más de una década, hay películas que necesitan rehacerse para poder acercarse a la siguiente generación. A los que vivimos el lanzamiento de la trilogía de animación ya nos tenía ganados. Ahora hay que enganchar a nuestro hijos y sobrinos. Tenía pavor que esta versión deshiciera el hilo de lo que tan bien funcionó en la trilogía original. Afortunadamente, la escena inicial me sacó de dudas, ya que pude ver a unos dragones muy bien hechos y a un Hipo en toda su esplendor.

Ambas películas comparten que el núcleo y corazón que mantiene al espectador atento es el encuentro que se lleva a cabo entre Hipo y Desdentao. De como un joven con dudas, en un entorno en el que no encaja, se encuentra perdido hasta que encuentra su destino. Ese destino es el que le hace posicionarse contra todo lo que le han enseñado, incluso retar a su padre, el gran Estoico, líder de la aldea de vikingos venidos de todo el mundo. Esa historia, en la que lleva la contraria a todo cuanto ha conocido, permite que se complete a sí mismo, encontrando su alma gemela.

El encuentro y la amistad que se forja es un maravilla. Como decía antes, la clave de esta película era mantener esa relación entre el dragón y el pequeño vikingo, y eso lo han bordado. Tanto el dragón (difícil de distinguir con respecto del original) como con Mason Thames, una excelente elección en el casting para un personaje complicado. De cierto aire pardillo al principio, la exploración del personaje de Hipo es una delicia hasta convertir al enclenque y torpe hijo del jefe en un auténtico héroe que salva a toda la aldea.

Es cierto que podemos pensar que Dean DeBlois es poco atrevido, ya que la película es un calco de su versión animada. Fotograma a fotograma, va replicando escenas, imágenes, diálogos y hay pocas cosas nuevas. ¿Eso es un problema? Podría en algunos casos, en este creo que lo hace para intentar no arriesgarse a perder ese buen toque que tuvo la original. Hay cosillas nuevas, como la relación de Mocoso con su padre, pero en general todo bebe de la película de 2010. Incluso las voces de los actores de doblaje, que son las mismas que hace más de una década.

La banda sonora de John Powell se ve afectada por el mismo ¿problema? Podríamos poner la original. Probablemente. Solamente recuerdo un par de escenas donde introduce algún tema nuevo, pero por lo demás, el score es idéntico. Es una delicia escuchar los temas de ‘Forbidden Friendship’ o ‘Romantic Flight’ en pantalla grande, donde eso sí, la fotografía y escenografía supera y mucho a su predecesora y nos trae la magia de las Islas Feroe e Irlanda, localizaciones principales de la película.

El único pero, además del poco atrevido guion, es algún error en el casting. Astrid no me convenció, aunque a medida que pasa la película, la puedes aceptar un poco más. La química de la Astrid de dibujos con Hipo es mucho más real que la que existe entre Mason Thames y Nico Parker. Bocón me dejó bastante indiferente y la cuadrilla de amigos de Hipo, sobre todo los ¿gemelos?, eran claramente mejorables. No me voy a meter en el multicuturalismo de la isla. Es un detalle que introducen bien y en un entorno de fantasía, tener vikingos de China o de África pues es ciertamente adorable.

Da más detalles de la obra y si te fijas, se van oyendo comentarios que indican que vendrá una segunda película. Se hace referencia a la ausencia de la madre de Hipo y esposa de Estoico, por ejemplo. En el nido de la Reina, se van pudiendo ver algunas razas de dragón diferentes de las que vimos en la primera película de animación, como el dragón que monta Valca en la segunda película. Creo que Gerard Butler lo dejó bien claro. Si Dean DeBlois se atreve con la segunda parte sería una desgracia que Cate Blanchett no estuviera en ella. Todo hace pensar en ello, viendo el hilo continuista de esta primera entrega.

Si eres recién llegado te gustará, pero si viviste el lanzamiento de las anteriores se te quedará corta. El reboot de esta saga, que tiene toda la pinta de venir en oleadas de dragones, tiene pinta de continuar. Viendo el cariño que se le ha puesto a esta primera entrega, creo que es un acierto, en este caso, atreverse con el live action. Podemos decir que ‘Como entrenar a tu dragón’ es de las pocas películas que ha sobrevivido a la aventura del reboot en carne y hueso. Y de eso sí me alegro, ya que la historia de Cressida Cowell es una de mis favoritas.

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About Javier GF

Editor en la Septimacaja. Ingeniero de profesión, deportista como afición. El espacio es una de mis mayores pasiones, entender como funciona el mundo es indispensable para poder cambiarlo. Devorador de series y agitador de aquellos que nos quieran colar pelis de SerieB como grandes estrenos.

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