Podemos decir oficialmente que ha vuelto el mejor Juego de Tronos. Y no vais a poder decir que no os lo dije. Lo que pasa es que creo que me equivoqué de escala. Para nada me esperaba este desarrollo del penúltimo capítulo de nuestro amado Game of Thrones. Fuera del tópico fandom de que se han cargado a no sé qué personajes, creo que podemos decir que realmente podemos ver por primera vez a todos los personajes de verdad. Era irreal todo ese áurea que rodeaba a Daenerys, Gusano Gris y demás. La locura es un pilar fundamental de la serie, y aquí se explota a más no poder, nunca mejor dicho. He terminado de verlo con una sensación similar al que me dio The Long Night, aunque el resultado aquí ha sido muy diferente. Vamos por pasos.

Que la locura de Daenerys no era un misterio se lleva esbozando durante toda la temporada. Nos han preparado para ello tanto los equipos de guion como los más fieles consejeros de Dany, especialmente Varys. Con una nueva generación de pajarillos en Winterfell, no puede cumplir su propósito. Y, traicionado por Tyrion, acaba sucumbiendo a la venganza de la reina por su traición. Es un primer Dracarys, para que Drogon vaya calentando. Y se nos va uno de los grandes estadistas de Poniente. Desde una posición de poder no busca el enaltecimiento personal, sino el bien común. Pero ya no es suficiente.

Y aquí viene para mí el gran momento del capítulo. Daenerys se ha dado cuenta que la gente de Poniente no es la misma que en el otro lado del mar Angosto. Puede que un fiel reflejo de la antigua Europa, la historia siempre es mucho más complicada y tiene una gran debe detrás. No es sencillamente llegar y ‘mysha’ por arte de magia, esto no funciona aquí. Y al no sentirse amada, es más, al sentirse traicionada por todos aquellos en los que depositó confianza, al ver que sus más valerosos guerreros mueren y que el amor no le corresponde, normal que tenga un aspaviento. Con lo fácil que hubiera sido pasar una noche agitada. A la mañana siguiente se ve todo con otro humor y mucha más calma. Habrá que explicarle algunas cosas a Jon, parte de culpa es suya.

Antes de ir al momento caliente del capítulo, los dos hermanos que nos han acompañado todas las temporadas nos dejan un gran momento para el recuerdo. Tyrion, rebelándose contra la reina, libera a Jaime. Y se funden en un abrazo, todo está arreglado entre ellos, pero ya no habrá más bromas, ni grandes diálogos (que los ha habido y mucho). Las puertas de Kings Landing se abren a Jaime, yendo a buscar a su kryptonita (que bien habrías hecho quedándote con Brienne, bastardo).

Y llegamos a la Batalla de King’s Landing. Pasaré tanto por alto a la Compañía Dorada como por su contribución a esta octava temporada. Eso es, ya ha pasado. Una de las cosas que no acaba de encajar es este momento Deus Ex Machina de Daenerys contra todas las balistas, tanto en los torreones como en la flota. ¿Que es un momento único? Sí. Pero viniendo de la gran puntería del anterior capítulo me esperaba algún ala desgarrada, no sé. En fin, una vez destruidas todas las defensas antiaéreas se queda con un bando contra otro, donde solamente uno tiene el arma de destrucción masiva. Y ya sabemos lo que ocurre.

Aquí Ramin Djawadi vuelve a sobresalir con unas notas que, acompañadas a las campanas de King’s Landing, permiten vislumbrar como en el rostro de Daenerys se abandona todo código moral que ha seguido hasta ese momento. Por todo lo que ha pasado y por lo que va a pasar va a sacar a relucir el lado sanguinario de los Targaryen, incluso haciendo buen rey a su padre. Mucha gente dice que este momento de locura puede ser una salida de guion y el destrozo de un gran personaje, que algunos habían elevado a icono. Me alegra decir que han vuelto los giros argumentales y la locura a la serie. No se puede entender Game of Thrones sin esta locura, rabia y deseos de venganza. El pacifismo o se abandona o te consume en la guerra, por eso cayó Missandei. Y Daenerys clama venganza.  

Y nos sumimos en una pesadilla de fuego y destrucción. Y dentro de esta pesadilla se ocurren varios momentos que van a permanecer siempre en nuestra retina. Momentos salvajes y momentos cariñosos, junto con momentos que tendrán mucha repercusión en el final de la serie. El primero es contar el final del Sandor Clegane. Que gran final nos deja. En otro momento de locura que no acaba de encajar, a ser Gregor Clegane se le va la cabeza y desobedece a Qyburn (¿o al que se la va la cabeza a este último?). La reina pasa como un pequeño gorrión al lado de los dos gorilas que nos van a dejar una batalla para el recuerdo. Y no podemos despedir al Perro sin su carácter tan particular. Hace todo un derroche de virtudes para enfrentar a su hermano. Que gran final.

Otro final es el de Cersei y Jaime. Aquí ya podríamos entrar a discutir si es el que muchos queríamos. Se ha hecho tan insufrible Cersei que lo mínimo era verle devolver todo ese sufrimiento infligido en sus propias carnes. Y ha tenido un final mucho más digno. Puede que hasta barato, pero tiene un punto romántico-trágico. Es una pena habernos perdido algún cara a cara con la muerte de Cersei. Pagaría por ver un face to face con Sansa o con la misma Daenerys.

Y me dejo para el final a la de la profecía de los ojos verdes. Si todo el mundo tenía en la cabeza que Cersei era la hermosa dama de ojos verdes, ahora los derroteros van por otro lado. Después de sobrevivir al infierno, Arya parece haber añadido otro nombre a su lista. Por otra parte hay que repasar todas las profecías que se han ido haciendo a lo largo de las temporadas. Todas parecen irse cumpliendo. La profecía de Maggy la rana, la visión de Daenerys en la Casa de los Eternos y aquellas auguradas por el cuervo de tres ojos. Atentos vamos a estar.

Y necesito ver como acaba. Que gran capítulo. A nivel banda sonora, fotografía (hay fotogramas para el recuerdo), giros inesperados de guión e incluso la consideración de según que apego a según que personaje. Un auténtico capítulo de Game of Thrones sin lugar a dudas. Esperando ya para ver el final.

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  1. Madre mía, ha vuelto el mejor juego de tronos sin ninguna duda. Qué locura, para los que hemos leído los libros ha sido un regalo saber qué debió sentir todo el mundo con el rey loco. Ahora es su hija la que ha venido a recordarse lo a los que lo olvidaron.

    Yendo por partes. Con lo listo que ha sido siempre Varys que final tan precario. Me ha sorprendido. Esperaba más de él, o ¿ha quedado su última jugada orquestada? no sabemos si ha movido hilos por última vez…

    En cuanto a tu comentario sobre Cersei, sí es cierto que todos esperábamos verla caer ante los ojos de Dany, pero para nada diría que su final sea poético o romántico. Creo que ha sido del todo humillante. Ha tenido que huir por lo bajini y ni por esas se ha salvado. Su demostración de poder con la flota y sus ballestas ha sido una ilusión. Su corona ha durado lo que un suspiro de dragón. He disfrutado mucho viendo cómo se perdía su sonrisa.

    Por último hablas de la profecía de los eternos. Es complicado. ¿Tendrá una última batalla con el norte? ¿cerrará Arya esos ojos verdes? Está claro que la conversación sin terminar con Sansa, el desprecio de Jon y el odio de Arya ha puesto a la reina en guerra con los Stark. ¿cómo será eso?

    Muy deacuerdo con lo que dices Ramin. Ha tenido un papel impontantísimo en este capítulo que ya corono como el mejor en mucho tiempo. Qué producción ¡Madre mia!

    No puedo esperar, necesito saber cómo va a terminar esto.

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Editor en la Septimacaja. Ingeniero de profesión, deportista como afición. El espacio es una de mis mayores pasiones, entender como funciona el mundo es indispensable para poder cambiarlo. Devorador de series y agitador de aquellos que nos quieran colar pelis de SerieB como grandes estrenos.

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