La segunda temporada de Dan Da Dan deja las mismas sensaciones que su primera entrega. Se podría resumir en unos personajes brillantes, una acción de locura, humor a raudales, pero un guion algo inconexo y que hace que no acabes de engancharte a la historia. Eso sí, esta segunda temporada ha corregido ese punto soez que había en la primera y que era absolutamente innecesario. Un disfrute muy agradable, pero que corre el peligro de convertirse en un anime de pasar el rato.
Me sorprendió que fuera nominado al anime del año en 2025, la verdad. El año pasado hubo muy buenos animes y de la lista de candidatos que formaron el premio, todos tenían un guion muy claro. El caso de Dan Da Dan es curioso. No sé si es por la historia creada por Yukinobu Tatsu o el guión adaptado por Hiroshi Seko para el Studio Saru, pero después de dos temporadas, le falla algo a su historia. No sé si es por la falta de un villano claro, o que objetivo existe entre Ayasa y Okarun (más allá del hilarante romance), pero después de 24 capítulos no tengo ni idea de hacia donde va la serie.
Puede que ese sea también el objetivo de Fūga Yamashiro, creador del anime, el de crear interés y mantener el hype lo más elevado posible. Pero el peligro de aplicar esa estrategia es que la gente pueda llegar a cansar de la locura tan divertida que supone Dan Da Dan y que la concatenación de combates y nuevas lealtades que se van formando no evolucionen de una forma coherente.
La primera temporada de Dan Da Dan nos dejaba con Momo Ayase en unos baños públicos apunto de ser asaltada por un grupo de pervertidos. Okarun estaba con Jiji explorando una casa encantado. Son eventos conectados que nos llevarán a la liberación de un pueblo de una maldición de hace dos siglos. A partir de este momento entramos en una vorágine de eventos en los que Momo, Okarun Jiji y Aira harán lo posible sobrevivir. A medida que se vayan enfrentando a enemigos poderosos, el grupo se irá incrementando con simpáticos miembros, sobretodo gracias al enfrentamiento final. Este arco cierra (o abre, según se mire) todo lo ha ido trabajando Yukinobu Tatsu. La única pieza que acababa de unir ambas temporadas eran la bolas doradas que habían estado persiguiendo Momo y Okarun.
Quiere decir todo esto que la segunda temporada de Dan Da Dan no me ha gustado. Negativo. Tiene cosas muy buenas. El equipo que se va formando entorno a Okarun y Ayase es de lo más divertido. Es una combinación explosiva con la que no puedes parar de reir. Los combates son muy chulos y están muy bien animados. Pero, sobre todo, me ha encantado la aparición de los Hayashi, un grupo de exorcistas que intentan liberar al demonio dentro de Jiji. La canción utilizada para ello, ‘Hunting Soul’, ha pasado a engrosar mi lista de favoritas en Spotify. Que barbaridad de buena y concierto ha sido.
Para esta segunda temporada hay que mencionar también que tenemos a uno de los nuestros en el desarrollo del anime. Abel Góngora (animador de Barcelona) se une Science Saru en 2013 y ha participado en muchos proyectos distintos. Por mencionar algunos, llevó a cabo como director el proyecto del capítulo de Star Wars Visions de la primera temporada T0-B1, además de participar en obras como ‘Devilman Crybaby’ o ‘Japón se Hunde 2020’. Góngora comparte las tareas de dirección con Fūga Yamashiro. Es estimulante ver como poco a poco, el huevo del anime se rompe y se deja entrar a foráneos con talento.
Me gustaría resaltar el trabajo que ha hecho Studio Saru respecto a esta temporada. Las batallas que se han llevado a cabo esta temporada ha sido una gozada visual. Los momentos que aparece el Ojo Maligno o donde la Turbo-Abuela coge carrerilla se han animado de una manera impecable. Si a eso le añadimos la excelente banda sonora de Kensuke Ushio, Dan Da Dan lo borda. A esta composición le pasa un poco como al anime. Tiene momentos muy potentes, pero le falla no acabar de enganchar un tema principal que haga de nexo o que refleje a un personaje concreto. Todo es acción.
En resumen, si te ha gustado la primera temporada de Dan Da Dan, esta segunda temporada te va a encantar. La química entre Momo Ayase y Okarun es increíble y se llevan a cabo combates que son una delicia. La mezcla de géneros está ahí. De el Gundam vs Gozilla hasya el romance de instituto, pasando por un humor loquísimo. El envoltorio de la serie lo tiene todo, pero el problema está en cuanto abres el caramelo y ves dentro. Ahí puede que te lleves una sorpresa y se quede un poco vacía la historia de Dan Da Dan. Aún así, para pasar el rato y sacarte una sonrisa, este anime lo tiene todo.
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