Simpática propuesta de Disney para los niños el pasado fin de semana, ya que no podían ver Watchmen. Y ha resultado ser tan simpática que ha tenido en España más recaudación que la de Snyder.

Con una fórmula, simple y tan típica que se pasan de previsible, se nos cuenta una bonita historia, tierna y muy familiar en la que un Skeeter (Adam Sandler) descubrirá las cosas que realmente son importantes en la vida a través de sus sobrinos y del curioso poder que tienen estos para hacer realidad todo lo que cuentan en sus cuentos. Es al descubrir esto cuando Skeeter intentará sacar partido del poder de sus sobrinos intentando conseguir lo que realmente no necesita, pero las cosas le llevarán hasta lo que realmente desea.

Con este argumento, tipico y previsible nos encontramos con una cinta que de no ser por Adam Sandler, quien una vez más brilla por su simpatía y buen humor, sería una más entre tantas. Es pues el protagonista el gran acierto de esta historia, que para los niños resultará divertídisima por tener, indios y vaqueros, príncipes y princesas, gladiadores y bellas damas…

Una simpática proposición para un entretenimiento desentendido y nada complejo.

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