Andrew Niccol, para mí era suficiente. Me daba igual que la película se basase en una novela de Stephenie meyer o que el póster tuviese pinta de triángulo amoroso grimoso a lo  adolescente americano, si la película estaba gobernada por Andrew Niccol algo tenía que tener.

La película cuenta una especie de historia futurista, en la que una especie alienígena se apodera del cuerpo de las personas y mejora el mundo en el que vive. Esta especie tiene dominados así unos 12 planetas, solo que el nuestro es diferente a todos los demás, el nuestro tiene a las personas, complicadas, pasionales, luchadoras, una serie de cualidades que hace que que «Wonderer» descubra que ha poseído a la chica equivocada, Melanye Strider, una adolescente enamorada que no cederá su cuerpo tan fácilmente.

La película tiene una duración de 2 horas, cosa que no nos podíamos creer porque se nos hizo muy corta. No se molesta en perder el tiempo adornando con tonterías. Empieza fuerte y sigue así hasta el final. No todo es perfecto porque el nuevo trío amoroso de los protagonistas es un poco repelente, estoy convencido que lo mismo contado con un Justin Timberlake y una Amanda Seigflield (a lo in time) lo haría más adulto y por lo tanto más para todos los públicos, pero la verdad es que no se acerca ni un poco a crepúsculo, digo más, me ha gustado mucho.

La estética moderna es muy Niccol, a lo In time o Gatacca. Con lo que la estética resultará muy atractiva todo el que la vea. Si a eso le sumamos que es una película emocionante y con una trama elaborada, pues podemos decir que merece la pena echarle un vistazo. Me ha gustado mucho.

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