Hanna, me quedé sin ir al cine a verla, por unas cosas o por otras, pero me fue imposible. En su momento me dió rabia, ahora lo agradezco bastante.

Resulta que pasa aquello que está tan de moda en Hollywood. Tengo una buena idea, quedará bien en el trailer y me importa un soberano pepino lo que pase realmente con la película. Cogemos a dos guionistas del montón, Seth Lochhead y David Farr, ponemos al mando al mediocre Joe Wright y confiamos en que el trailer sea gancho suficiente para hacer caja en el cine.

Pues bien, me alegro mucho mucho de no haber mordido el anzuelo. La película es mediocre hasta el aburrimiento. Sus brillantes 20 primeros minutos de desvanecen en nada por cada minutos siguiente. Su estilo indie pasa de lo moderno a lo tedioso al mismo ritmo que sy argumento. Un verdadero fiasco que me dejó sin siesta inecesariamente.

Mi consejo, no perdáis más tiempo del necesario con esta película. No lo vale.

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