La verdad es que sólo con la interpretación de estos dos grandes del cine la película se hace sola. Un duelo de inteligencia entre Anthony Hopkins que interpreta a un ingeniero aeronáutico que asesina a su mujer porque ésta le es infiel y Ryan Gosling un joven fiscal con muchas petensiones que se enfrenta al caso más difícil de su vida, demostrar la culpabilidad del anterior. Ya se sabe, uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario, no basta sólo con saber el culpable hay que demostrar que lo es.

Con esa línea como argumento principal, Gregory Hoblit (director) nos introduce en un duelo magistral entre dos personas en el que la búsqueda de debilidades humanas será fundamental para conseguir ganar proceso judicial. Manteniendo muy bien la intriga y el misterio sobre lo que va pasar.

Además lo hace con mucho estilo y mucha elegancia. Es una película muy cuidada, tanto en decorados como artísticamente. Con muchos amaneceres o atardeceres, mostrando la ciudad de fondo panorámicamente o de noche desde la discoteca. Me ha gustado mucho la estética.

Esta película nos enseña cómo no hay qeu caer en la arrogancia ni en la soberbia porque alguien podria aprovecharse de ella para hundirnos. Si teneis oportunidad de verla, no lo dudeis, os hará pasar un buen rato. Gustará a todos los que la vean (siempre que sean un poco adultos) porque es una película bastante lograda y que además te hace pensar. La encuentro una buena película.

Puntuación:

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