Primero fue sentido y sensibilidad, después vino Expiación y ahora hablamos de Anna Karenina. Una colección de películas que tienen muchas cosas en común, amores y desamores ambientados en tiempos pasados y la dirección de Joe Wright con Keira Knigtley como protagonista, un dúo que parece entenderse muy bien. No conozco la novela, no he tenido oportunidad de leerla, así que tengo que conformarme con la adaptación casi «Moulin Rouge» que ha hecho Wright de ella.

La historia representa el contraste entre el matrimonio y la sociedad de finales del siglo XIX en Rusia. Dentro del concepto matrimonio, se tocan varias situaciones diferentes. Está la de Anna, cuya historia es la de adulterio desde el lado de una mujer. Anna se va con un joven soldado en la que se representa cómo esa situación vuelve loca a la mujer. También tenemos el caso un matrimonio en el que el adúltero es el marido (hermano de Anna Karenina) , para éste sus infidelidades no son más que desahogos rápidos, que casi toma a broma a pesar de que a su mujer la hace sufrir mucho, aunque lo lleve  en silencio.  La tercera historia la de un matrimonio fiel y lleno de amor, en esta historia el protagonista es un joven adinerado y trabajador que cuida de todos los que le rodean, ésta es la  más bonita de las tres, ya que representa la adolescencia y la madurez de las personas y las consecuencias de cada una de esas etapas.

Si hablamos de cómo está contada la historia, tengo que decir que el final me parece algo inconcluso, al no conocer la novela no sé si es culpa de Tolstoi o de la adaptación de Tom Stoppard (guionista) pero en todas las historias queda  algo por contar, debieron rematar las historias y terminar de perfilar a los protagonistas.

Otro tema que  podemos resaltar es la estética, es impresionante, aunque la idea de rodar todo en un mismo teatro es un poco locura. A ratos es una pasada cómo nos lleva a una helada estación de tren rusa y un fotograma después esa estación se convierte en un salón de fiestas. Pero otras, transmitir como una persona sale de un teatro y recorre las calles de Moscú para ver a su hermano, todo sin salir de un teatro queda algo raro. Os recomiendo echar un ojo a la extensa galería que hay en su web para que veáis cómo el mismo teatro hace los diferentes escenarios, hay una mezcla potente entre realidad y ficción que visualmente la hacen muy espectacular.

Por último las otras dos cosas que mejoran, la primera de ellas es el reparto. Keira Knigthley está en su salsa en películas de época, pero no la es la única. SU compañero de amoríos Aaron Teaylor-Johnson da la talla también. Los secundarios están geniales y también Jude Law que consigue dar la grima que requiere su personaje, aún siendo todo bondad. El otro gran acierto es la banda sonora de Dario Marianelli, justísimamente nominada al oscar a la mejor banda sonora tiene un tono clásico de música del siglo XIX que no le puede ir mejor a la película, podéis escuchar una crítica y fragmentos aquí.

En resumen, a mí me ha gustado, me parece una atípica película, original, con un toque histórico una adaptación deuna novela famosa, con un estilo personal que no habíamos visto antes en cines. Me ha gustado mucho, creo que merece la pena verla en el cine.

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